El pequeño gigante del Junior Vladimir Hernández quien se ha convertido en el referente del cuadro tiburón, cuenta con orgullo que pasó las verdes y las maduras en la ciudad de Barranquilla para poder alcanzar su sueño de convertirse en futbolista profesional.
"El minion" como es conocido en el fútbol colombiano debido a su baja estatura, oriundo de Arauca, capital del departamento que lleva el mismo nombre, fue un jóven que desde muy temprana edad, vivió una vida llena de muchos problemas a causa de la violencia que provocaban los enfrentamientos entre la guerilla y el ejército en esa zona del país. Por ese motivo su padre que se desempeñaba como soldador en la empresa Ecopetrol, al ver que sus hijos entre ellos Vladimir, no contaban con la seguridad necesaria para disfrutar de su vida al máximo, decidió emprender rumbo hacia un nuevo horizonte y fue Barranquilla la ciudad escogida para buscar nuevas oportunidades. "Al principio fue duro, vivìamos en la casa de un tío en la Ciudadela 20 de Julio y como no había mucha plata, a veces me iba para la iglesia Nuestra Señora del Carmen a vender obleas", cuenta Hernández orgulloso de su pasado.
Por otra parte afirma el volante rojiblanco que su pase le costó al Junior 2 balones Golty y unos cuantos conos. "Jugaba en un equipo que se llamaba Mundialito 90, me fuí a probar a Junior y quedé a pesar de mi corta estatura, luego la cuestión del pase fue algo complicado porque mis papas habían firmado un documento en ese club y se armó un lío, al final Junior resolvió la situación y así fue como llegue a este gran equipo".
Vladimir se mantiene humilde, familiar y con unas ganas inmensas de regalarle a Junior la estrella número 8 para su escudo en este 2016 que arranca con grandes expectativas, por esto se prepara todos los días para alcanzar su mejor nivel y manteniendo la cabeza siempre bien puesta , recordando siempre de donde viene.
Fuente: El Heraldo.
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